Kishu

Descripción general de la raza

El Kishu, una raza canina con una larga historia, encuentra sus raíces en Japón, específicamente en las regiones montañosas de Kishu, ubicadas entre las prefecturas de Wakayama y Mie, de donde obtiene su nombre. Históricamente, se usó principalmente como perro de caza, destacando especialmente en el rastreo de jabalíes y ciervos. Su valentía y audacia conquistaron a los habitantes locales al punto de que fue declarado monumento natural nacional en Japón ya en 1934.

A principios del siglo XX, se llevó a cabo una rigurosa selección para estandarizar el color del pelaje del Kishu, eliminando los tonos bicolor (como el rojo, el ruano o el tipo sésamo) en favor de abrigos de colores sólidos. A pesar de su estatus como tesoro nacional, esta raza sigue siendo relativamente desconocida fuera de Japón, aunque fue reconocida oficialmente por la Federación Cinológica Internacional el 1 de febrero de 1982.

El Kishu pertenece a la categoría de perros de tamaño mediano, exhibiendo una morfología uniforme y una elegante apariencia. Sus rasgos son finos, acompañados de una musculatura fuerte y una estructura ósea sólida. Su cuerpo es corto y compacto, formando un cuadrado perfecto. Su altura en las patas le otorga una hermosa apertura en el pecho y hombros anchos.

El Kishu luce un vientre bien levantado, una espalda recta y ancha, junto con un arco lumbar pronunciado, todo reminiscente de un verdadero atleta. Su cabeza, de ancho adecuado, tiene un hocico moderadamente largo y un stop bien definido, mientras que sus orejas pequeñas se mantienen erguidas en la parte superior de la cabeza y tienen una forma triangular, características típicas de los perros de tipo spitz primitivo. Su cola, gruesa, se enrolla con gracia sobre la parte superior de la espalda.

El pelaje del Kishu es corto, denso y tiene una textura firme que se encuentra plana sobre todo su cuerpo, fortalecido por una abundante capa inferior. Los colores aceptados incluyen el rojo, el sésamo, el ruano y el blanco, con el requisito de que el pelaje sea de un solo color.

En cuanto a su personalidad, el Kishu no se limita a ser un excelente compañero de caza; también resulta ser una mascota encantadora, dedicada y leal. Gracias a décadas de selección por sus habilidades de caza y resistencia, es muy valorado como compañero de vida en Japón. Exhibe un equilibrio natural y una lealtad inquebrantable hacia su familia, y puede ser protector cuando la situación lo requiere. Sin embargo, sus instintos depredadores permanecen arraigados en su ADN, lo que hace que la socialización temprana con otros animales sea esencial.

El Kishu es increíblemente enérgico y requiere ejercicio diario para prosperar plenamente. Disfruta de juegos de rastreo y actividades lúdicas. La falta de estimulación mental y física podría llevar a la ansiedad y a comportamientos destructivos. No obstante, su naturaleza adaptable y versátil le permite tolerar bien la soledad, aunque prefiere largos paseos y el calor del hogar familiar.

Como adulto, un Kishu generalmente pesa entre 20 y 25 kg y mide entre 49 y 55 cm a la cruz en los machos, y entre 43 y 49 cm en las hembras.