Perro crestado rodesiano

Descripción general de la raza

El Rhodesian Ridgeback tiene sus orígenes en el sur de África. Sus ancestros no son completamente conocidos, pero según algunos especialistas de la raza, los primeros individuos fueron fieles compañeros de caza de los pueblos Khoikhoi y Hottentot, que vivían en la región del Cabo en Sudáfrica. Estos ancestros del "African Lion Hound" fueron seleccionados por su valentía y determinación, y se utilizaban principalmente para rastrear a los felinos, incluyendo leones y guepardos, durante casi 500 años.

La historia continúa en el siglo XIX con la llegada de colonos ingleses y sus perros de tipo molosoide. Estos perros se cruzaron con perros de caza locales que tenían un temperamento particularmente agresivo. Gracias a los esfuerzos de varios criadores, se creó un perro más dócil, en particular gracias al Reverendo Charles Helm, quien inició el primer programa de cría del Rhodesian Ridgeback.

El estándar de la raza y el primer club oficial fueron establecidos en 1922 por Francis Richard Barnes en Rhodesia (hoy en día Zimbabue). Cuatro años después, el Kennel Union South Africa (KUSA) registró oficialmente la raza. Con este reconocimiento, la raza fue registrada definitivamente por la Federación Cinológica Internacional el 21 de febrero de 1955. El estándar actualmente vigente se publicó el 10 de diciembre de 1996.

El Rhodesian Ridgeback es un perro de gran tamaño. Su construcción es notablemente robusta y su estructura ósea es poderosa. Dotado de cualidades físicas extraordinarias, posee una gran velocidad y un instinto de depredación muy desarrollado. El cuerpo del macho es simétrico, tan largo como alto, formando un cuadrado, mientras que el cuerpo de la hembra es ligeramente más largo.

Con un pecho ancho y una caja torácica bien descendida, el Ridgeback de Rodesia tiene una morfología vigorosa, amplia y musculosa. Sus costillas son redondeadas y su vientre está discretamente levantado. Su línea dorsal es recta y robusta, junto con un cuello masivo y hombros sólidamente construidos. Su cabeza es larga y profunda, proporcional al resto de su cuerpo, con un hocico cuadrado, un cráneo abombado y un stop débilmente marcado. Sus orejas, colocadas en lo alto del cráneo, son anchas, gruesas y caen hacia adelante.

El pelaje del Rhodesian es corto, ajustado y muy abundante. Una característica única de la raza es la cresta dorsal que se extiende desde la base del cuello hasta la parte baja de la espalda. El único color de pelaje aceptado según el estándar es el leonado, en todas sus tonalidades, a veces con marcas blancas discretas en el pecho o las patas.

El Rhodesian Ridgeback es un perro muy inteligente, suave con sus seres queridos y afectuoso con las personas que cuidan de él. Sin embargo, tiene un carácter bien definido, lo que requiere que sus dueños tengan experiencia en la educación canina para controlarlo completamente. Enérgico y versátil, disfrutará de las actividades en familia y de la compañía de su grupo social. Se adaptará fácilmente a los niños si le muestran respeto.

Un excelente guardián, el Rhodesian vigilará sin descanso su propiedad. Atento a su entorno, no se le escapará nada. No es ni agresivo ni temeroso y nunca retrocederá ante el peligro. Su educación no está al alcance de todos; está fuertemente unido a su libertad de acción, y sus dueños deben mostrar perseverancia y paciencia para controlar su temperamento fogoso. Sensible y encantador, la presencia de sus dueños es esencial para su bienestar. La soledad no le conviene y lo hará saber haciendo travesuras en caso de ausencias prolongadas o repetidas.

Un cazador notable, puede acompañarlo en sesiones de rastreo de presas. Valiente y dedicado, hará todo lo posible por complacerlo. El Rhodesian Ridgeback es un perro completo, dinámico, inteligente y un compañero leal. Reúne todas las cualidades de una maravillosa mascota.

En la edad adulta, el Rhodesian Ridgeback pesará entre 30 y 40 kg y medirá entre 64 y 69 cm a la cruz en los machos, y entre 61 y 65 cm en las hembras.