Retriever de nueva escocia

Descripción general de la raza

Las origines exactas del Retriever de Nueva Escocia siguen siendo misteriosas. Sin embargo, sabemos con certeza que fue principalmente desarrollado en la provincia canadiense de Nueva Escocia, de donde obtiene su nombre. Criado y seleccionado durante más de un siglo para la caza en entornos acuáticos, sobresale como depredador de aves acuáticas. Sus misiones principales se basan en el rastreo y la recuperación de presas para sus propietarios.

Resultado de un cruce entre el Golden Retriever, el Spaniel y el Setter Inglés, sus cualidades como cazador son excepcionales, aunque fueron poco reconocidas hasta mediados del siglo XX. En 1945, el CKC (Club Canino Canadiense) decidió reconocerlo como raza independiente, lo que impulsó su popularidad. Otros clubes reconocidos a nivel mundial, como el AKC, el UKC y el KC en el Reino Unido, lo siguieron algunos años después. No fue hasta el 30 de noviembre de 1981 que la Federación Cinológica Internacional lo registró oficialmente como raza. Su estándar actual se publicó el 24 de junio de 1987.

El Retriever de Nueva Escocia es un perro de tamaño mediano. Su constitución es armoniosa, dinámica y especialmente poderosa, lo que le permite moverse con facilidad en el agua manteniendo una agilidad fluida en sus movimientos. Bien proporcionado en su conjunto, su longitud corporal es igual a su altura a la cruz, colocándolo en un cuadrado.

Su estructura ósea es robusta, su pecho es profundo y amplio, y su línea superior es recta, con un vientre discretamente elevado. Su cabeza es proporcional al resto del cuerpo, con un cráneo redondeado, una nariz de longitud moderada y ojos abiertos y brillantes que reflejan gran inteligencia. Sus orejas son anchas, de longitud mediana y caen a lo largo de sus mandíbulas.

El pelaje del Retriever de Nueva Escocia es de longitud media, suave al tacto y ligeramente ondulado. Se asocia con una capa interna densa y especialmente sedosa, que brinda buena protección contra las condiciones climáticas adversas. Los colores aceptados por el estándar de la raza van desde todos los tonos de rojo a naranja, a veces con marcas blancas en las patas, el pecho o la cola.

El Retriever de Nueva Escocia es un perro de caza particularmente activo y de carácter flexible. Dotado de gran inteligencia para el trabajo, es el compañero ideal. Además de ser un miembro eficaz del equipo, resulta ser un compañero familiar cariñoso y amable, siempre de buen humor. Disfruta enormemente de las actividades de juego con sus dueños, especialmente con los niños, con quienes tiene una afinidad natural.

Determinado y voluntarioso, este cazador de aves acuáticas nunca retrocede ante la dificultad, y las horas de caza intensiva no lo intimidan. Desconfiado con los desconocidos, es un buen guardián de la propiedad, siempre atento a su entorno. Su adiestramiento suele ser sencillo, siempre y cuando el instructor muestre coherencia y precisión. Sus necesidades energéticas son bastante altas. Si no se satisfacen, puede volverse destructivo.

Es un perro que se aburre rápidamente, por lo que se requieren estímulos frecuentes para su bienestar. Fiel e incluso fusionado con su familia, es un compañero de vida maravilloso que apreciará las atenciones diarias y las retribuirá con creces.

En la edad adulta, el Retriever de Nueva Escocia pesa entre 18 y 23 kg y mide entre 47 y 51 cm a la cruz en los machos, y entre 45 y 49 cm en las hembras.