Samoyedo

Descripción general de la raza

El Samoyedo ha experimentado un resurgimiento en popularidad en los últimos años, dando la impresión de ser una raza resultado de cruces recientes. Sin embargo, nada podría estar más lejos de la realidad, ya que las auténticas raíces del Samoyedo se remontan a más de 4,000 años atrás. Originario de las vastas llanuras siberianas, este perro recibe su nombre del pueblo Samoyedo, una federación de tribus que habita en el norte de Rusia, que lo criaba principalmente como perro protector y perro de trineo.

A finales del siglo XIX, el Samoyedo llegó a Europa gracias al zoólogo inglés Ernest Kilburn. Importó un cachorro macho negro llamado Sabarka. Adoptado por la aristocracia británica, el Samoyedo experimentó un éxito vertiginoso y se propagó rápidamente por todo el Reino Unido. Unos años después, cruzó el Atlántico para conquistar los Estados Unidos, donde fue igualmente bien recibido. En 1923, nació el primer club oficial de la raza: el Samoyed Club of America. Esto fue seguido por su reconocimiento por parte de las principales organizaciones caninas del mundo, primero por la AKC y la UKC en los Estados Unidos, y luego por el KC en Inglaterra.

Además, la Federación Cinológica Internacional reconoció definitivamente la raza el 26 de junio de 1959, y el estándar oficial actual fue publicado el 4 de septiembre de 2019.

El Samoyedo, como perro de tamaño mediano, entra en la categoría de razas spitz y primitivas. Dotado de una estructura morfológica robusta y sólida, irradia una potencia y resistencia notables. Su cuerpo, ligeramente más largo que alto, adopta una forma rectangular. Sus miembros son fuertes y gruesos, sostenidos por una musculatura desarrollada y ocultos bajo un pelaje denso.

Su línea superior es recta, con una cruz pronunciada que resalta un cuello vigoroso. Sus riñones son poderosos y ligeramente arqueados, y se unen a la base de una cola gruesa. Su cuerpo imponente se caracteriza por un pecho profundo que desciende hasta los codos, costillas en forma de tonel y un vientre bien redondeado. Su cabeza masiva, en forma de cubo, presenta un hocico relativamente corto, una parada marcada y un cráneo discretamente abovedado. Sus ojos almendrados están ampliamente separados, mientras que sus orejas erectas se alzan en la parte superior de su cráneo.

El pelaje del Samoyedo es largo, denso y especialmente espeso alrededor del cuello y el pecho, ofreciendo una excelente protección contra las temperaturas glaciales. Su subpelo corto, apretado y abundante, lo complementa. El estándar solo permite un color: el blanco puro, aunque se toleran ligeras tonalidades cremas.

Como muchos perros nórdicos, el Samoyedo tiene un temperamento suave y cariñoso, pero conserva cierta independencia. Disfruta mucho de la compañía de sus dueños, pero también aprecia momentos de tranquilidad. Siempre alegre y juguetón, participa con entusiasmo en las sesiones de juego en familia, especialmente con los niños a quienes aprecia especialmente.

El adiestramiento puede ser un desafío debido a su naturaleza independiente, típica de los perros primitivos. La paciencia, la consistencia y el establecimiento de la disciplina desde una edad temprana son necesarios para canalizar su dinamismo. Como antiguo perro de trabajo, ha conservado muchas cualidades físicas, incluida una energía inagotable. Sus necesidades diarias de ejercicio son elevadas, requiriendo actividades intensas para su pleno desarrollo.

Fiel y devoto a su hogar, el Samoyedo alberga un amor incondicional hacia sus dueños, lo que lo convierte en un compañero leal y dedicado, estrechamente ligado a su grupo social. Activo y demandante de atención, este perro requiere una inversión personal sustancial. Establecer una relación de confianza forja lazos inquebrantables a lo largo de su vida.

En la edad adulta, el Samoyedo pesa entre 20 y 30 kg en los machos y entre 16 y 23 kg en las hembras. Su altura en la cruz oscila entre 53 cm y 57 cm en los machos y entre 48 cm y 53 cm en las hembras.