Terrier brasileño

Descripción general de la raza

A pesar de su evocador nombre, el Terrier Brasileño tiene sus raíces en Europa, siendo sus ancestros más conocidos el Parson Russell Terrier y el Jack Russell Terrier. En esa época, muchos estudiantes tomaron la decisión de continuar sus estudios secundarios en Francia o Inglaterra. A su regreso, algunos de ellos estaban acompañados de pequeños perros tipo terrier.

Estos estudiantes, en su mayoría provenientes de entornos acomodados, vivían en inmensas granjas en el campo, donde esta nueva raza podía prosperar libremente. Poco a poco, se produjeron cruces con perros locales, lo que dio lugar a un nuevo tipo de perro ampliamente popularizado en la década de 1980. Gracias a los esfuerzos selectivos de varios criadores, se establecieron estándares estrictos a lo largo del siglo XX. Estos esfuerzos condujeron a un reconocimiento provisional por parte de la FCI el 10 de marzo de 1995 y a un reconocimiento definitivo el 21 de mayo de 2007.

El Terrier Brasileño es un perro de tamaño mediano, con proporciones equilibradas y homogéneas en general. Comparte muchas similitudes morfológicas con sus ancestros, los Russell Terrier presentes en Europa.

Su apariencia es esbelta, fina y ligera, manteniendo al mismo tiempo una buena musculatura y una notable fuerza. Sus extremidades están sólidamente construidas, con un pecho bien delineado y bien desarrollado para su tamaño. Su cuerpo es tan largo como alto, encajando así en un cuadrado. Presenta una línea dorsal recta y robusta, que se redondea discretamente en la región lumbar. Su cola es gruesa, corta y siempre se lleva en alto.

Su cabeza es profunda, estrecha y triangular en forma, con una frente ligeramente abombada y un hocico fuerte de longitud moderada. Sus orejas semi-erguidas son anchas y están ubicadas a los lados de su cabeza, con la punta cayendo hacia adelante. Su pelaje es corto, sedoso y se encuentra pegado en toda la superficie de su cuerpo. Los colores permitidos según el estándar de la raza son el negro, el marrón y el azul salpicado de blanco.

El Terrier Brasileño es un perro tierno y amable con sus seres queridos, a la vez que es notablemente inteligente. La presencia diaria de sus dueños y una educación estricta son necesarias para su equilibrio mental.

Dotado de buenas capacidades de adaptación, puede prosperar tanto en el campo como en entornos urbanos. Sin embargo, sus necesidades de gasto de energía deben ser satisfechas, ya que el Terrier Brasileño se aburre rápidamente. Sin actividad regular, podría mostrar comportamientos destructivos. Naturalmente sociable y alegre, es un perro obediente que necesita reglas de vida bien definidas. Una socialización temprana y continua será necesaria para una convivencia agradable en comunidad.

Es un buen perro guardián, atento a su entorno y protector. Muestra particular desconfianza hacia los desconocidos y, al estar vinculado a su familia, hará todo lo posible para protegerla en caso de peligro. Fiel y fusionado con sus propietarios, el Terrier Brasileño es un excelente compañero de vida que aportará amor y dinamismo al hogar.

En la edad adulta, el Terrier Brasileño pesará entre 7 y 12 kg y medirá a la cruz entre 34 y 40 cm para los machos, y entre 30 y 38 cm para las hembras.