Laïka de siberia occidental

Descripción general de la raza

El Laika de Siberia Occidental, como su nombre indica, es una raza de perro rusa que proviene específicamente de la región de los Urales en el oeste de Siberia y se considera una raza primitiva. Es ampliamente conocido en su país de origen y es el resultado de la cruza entre dos variedades de Laika, el L. Chanteiska y el L. Hanstaka, además de perros utilizados por cazadores en las regiones boscosas del norte de los Urales.

El Zapadno-Sibirskaïa Laïka es muy apreciado por los rusos, especialmente por los cazadores de la península de Kamchatka, ubicada en el Extremo Oriente de Rusia y que se extiende hacia el océano Pacífico. Durante siglos, ha sido un compañero de los pueblos Mansi y Hanty, y Moscú ha buscado sus excepcionales habilidades de rastreo, notables instintos depredadores y valiente compañerismo.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se inició un programa oficial de cría para desarrollar cuatro variedades distintas de Laika: el Laika de Siberia Occidental, el Laika de Siberia Oriental, el Laika Russo-Europeo y el Laika Karelo-Finés. La raza fue reconocida definitivamente por la Federación Cinológica Internacional (FCI) el 3 de junio de 1980.

En 1992, se importaron los primeros ejemplares a los Estados Unidos, pero no tuvieron el éxito esperado. El American Kennel Club (AKC) y su contraparte canadiense, el Canada Kennel Club (CKC), se negaron a registrarlos, pero el United Kennel Club (UKC) finalmente los reconoció en 1996, gracias a los esfuerzos de Vladimir Beregovoy.

Aunque todavía es relativamente desconocido en Europa Occidental y América del Norte, donde solo se registran alrededor de 300 individuos, esta raza es más común en Europa del Este y los países escandinavos, donde se encuentran las densidades de población más altas.

El Laika de Siberia Occidental pertenece a la categoría de perros de tamaño mediano a grande. Tiene una construcción sólida, una estructura ágil y elegante, una musculatura bien desarrollada y es conocido por su resistencia y capacidad de esfuerzo.

Este perro fue especialmente diseñado para recorrer largas distancias en condiciones climáticas extremas, lo que lo convierte en un auténtico atleta de alto rendimiento. Su cuerpo es ligeramente más largo que alto, lo que le da una silueta rectangular. Tiene un pecho amplio y profundo, sostenido por extremidades óseas, ágiles y poderosas. Su línea superior es recta y fuerte, con una cruz bien marcada.

Su cuello es grueso y bastante largo, su cabeza tiene forma triangular y está elegantemente proporcionada en relación al resto del cuerpo. Su hocico es de longitud moderada, afilado en la punta, con una parada clara. Sus orejas son erectas y en forma de V, con puntas redondeadas. Su pelaje es denso, abundante y áspero al tacto, y se encuentra pegado al cuerpo. Está asociado a un subpelo suave y compacto que le proporciona una excelente protección contra el frío siberiano. Los colores permitidos según el estándar de la raza son blanco puro o con gris, rojo, leonado y todas las tonalidades de marrón rojizo.

Al igual que todos los perros primitivos, el Laika de Siberia Occidental tiene una naturaleza independiente, lo que requiere un propietario experimentado para satisfacer sus necesidades y anticipar sus reacciones. A pesar de esto, es un compañero agradable y cercano a su dueño, a veces incluso un poco exclusivo.

La vida en entornos urbanos no es muy adecuada para esta raza, ya que está más acostumbrada a extensas áreas silvestres y a la caza. El Zapadno-Sibirskaïa Laïka es un perro muy activo, siempre alerta, y tiene una necesidad vital de ejercicio. La falta de actividad puede llevar a diversos problemas de comportamiento, como la ansiedad, la destrucción del entorno o incluso la agresión hacia las personas u otros perros. Por lo tanto, es esencial dedicarle suficiente tiempo cada día para que pueda liberar toda su energía.

Inteligente e instintivo, es un cazador excepcional con un notable sentido del olfato, lo que le permite rastrear numerosas presas con pelo y plumas. Será necesario un entrenamiento firme para controlar sus instintos primitivos y su carácter independiente. La socialización del Laïka debe comenzar desde temprana edad para asegurar que se lleve bien con otros perros.

Aunque es exclusivo y leal a su dueño, es posible establecer un vínculo de confianza duradero y camaradería con él. Una vez establecido este vínculo, descubrirá en él un compañero útil y cariñoso, un verdadero compañero de aventuras en el que puede confiar.

En cuanto a las dimensiones, el Laika de Siberia Occidental suele pesar entre 20 y 30 kg y mide aproximadamente de 54 a 60 cm a la cruz para los machos, y de 52 a 58 cm para las hembras.